Nosotras las mujeres!

A propósito del día internacional de la mujer que todos celebramos este 8 de marzo las redes sociales estuvieron inundadas de lindos mensajes hacia las mujeres, una avalancha de videos enalteciendo a la mujer, frases célebres, y reflexiones acerca del importante papel que jugamos las mujeres en la sociedad.

Pasadas las celebraciones, llega la calma y la posterior reflexión sobre lo que realmente se necesita hacer para cambiar las cosas. Estamos sin duda, frente a una crisis cultural en todos los campos e industrias. A pesar de estar en pleno siglo 21 las mujeres en posiciones de dirección son pocas y tienen menores sueldos. El 5% de los 500 directivos de la revista fortune son mujeres, en el mundo únicamente el 19% de las congresistas son mujeres. En nuestro país nunca hemos tenido una presidente mujer. Hoy tenemos una premier, y sólo 36 congresistas mujeres del total de 130 congresistas, hemos avanzado, pero aún hay mucho por hacer. ¿Cómo podríamos tener una legislación justa si no tenemos representación política igualitaria? Los puestos de mujeres directivas son pocos y las CEO son contadas con los dedos de las manos. Nuestro país en suma está gobernado por los hombres.

Sin duda hay mucho trabajo por hacer, pero no solo nos quedemos en la crítica al sistema, es hora de tomar acción sobre el problema. Cada una de nosotras desde nuestros propios ámbitos. Si queremos que algo cambie debemos actuar nosotras mismas, desde el espacio en donde estemos, seas política, gerente, profesora, emprendedora, madre de familia, todas podemos poner nuestro granito de arena para que las cosas cambien. Pero no cambiemos nuestra esencia de mujeres, busquemos ser mujeres triunfadoras, audaces, inteligentes, fuertes e independientes, seguras de nosotras mismas, y a la vez sigamos siendo todo corazón, sigamos siendo compasivas y sensibles en este mundo de hombres, seamos inclusive inseguras, mujeres que se confunden y se equivocan, pero mujeres que logramos aprender de nuestras inseguridades, y nuestras equivocaciones y que logramos sacarles provecho. Mujeres que se levantan más fuertes a pesar de las adversidades, en definitiva seamos mujeres reales. Esto es lo que se necesita para lograr el verdadero equilibrio.

Soy una mujer agradecida por lo que tiene y por lo que ha recibido en la vida, pero todo lo que tengo y lo que he logrado me ha costado mucho esfuerzo, un enorme esfuerzo en un mundo diseñado por y para los hombres, un mundo en el que nuestra voz no es tan escuchada y en la que ser exitosa y ambiciosa a veces te convierte en una mujer que ha perdido su feminidad. Pero también soy consciente que soy muy afortunada frente a otras mujeres, que he tenido oportunidades que otras no y probablemente muchas de ustedes también tengan esa misma suerte. Justamente es ese privilegio el que constituye una gran responsabilidad, un compromiso para alzar nuestra voz y defender lo correcto, para dar la cara por las que no pueden hablar por sí mismas, para educar, inspirar a otros, ver el error que debe corregirse y tomar acción. Cada una de nosotras desde su ámbito, seamos ambiciosas en el mejor sentido de la palabra, creamos en nosotras mismas y nuestras capacidades Tomemos acción, desde nuestra femineidad, con el corazón abierto, con la verdad, el respeto y el amor por delante. Tomemos acción y cambiemos el mundo. ¿Te animas?